Santiago, un viejo pescador cubano, ha pasado ochenta y cuatro días sin atrapar nada hasta que un enorme marlín muerde el anzuelo. Su lucha por controlar al gran pez y llevarlo a tierra le tomará tres días, periodo en el que, además de forcejear con su presa, enfrentará una serie de reflexiones sobre su existencia. En esta historia, Hemingway explora la vulnerabilidad humana con un estilo sobrio y sugerente que, además de influenciar la novelística de la segunda mitad del siglo XX, le valió el Premio Pulitzer en 1953.